jueves, diciembre 06, 2007

Las Noches de Biblioteca

En la amable compañía de Raúl Baillères Jr. . .

Ayer tuve la oportunidad de vivir una de esas experiencias universitarias casi tan míticas como las fiestas en Los Alcatraces o las pedas en el Ex-Controne; me refiero a un viaje sensorial por los confines de la conciencia, la personalidad y las horas de la madrugada. Sin más preambulo, ayer pase la noche en la biblioteca Bailléres del ITAM.

10:30 p.m.
Primero los preparativos: dos big bites, un café de 24 Oz. y un Toro-Rojo; Todo comprado en el siete/once que se encuentra sobre periférico y Río Hondo. No podía faltarnos la chamarra para los fríos de la temporada y una pinchi bola de libros de mate ( a veces siento que Stewart, Swokoswski, Grimaldi y Cole ya son mis amiguitos).



11:00 p.m.
La primera hora y la curiosidad por saber quien putas estudiará toda la noche en esa biblioteca, presionar el botón "S" en el elevador ya de por sí es un triunfo. Para esas horas mi criterio para elegir cubículo se redujo a ver quien estaba que fuera conocido. Corrí con suerte; Mercedes y Monique estaban ya ocupando el número 19, sutílmente me colé a estudiar.

12:30 a.m.
¡Quiero una Coca!, pero tu me acompañas por ella. Jamás pensé que caminaríamos por el ITAM de noche buscando una CocaCola, mas fue interesante, acompañar a Mercedes por un refresco en la oscuridad fue buena idea; el obelisco se ve muy padre y la escuela, bastante tétrica.

1:35 a.m.
Ya me estoy cansando:



2:40 a.m.
Ya me aburrí de estudiar lo mismo y lo mismo, mejor voy a aplicar la de las polinomiales y las racionales, las desigualdades ya me dieron hueva.

2:50 a.m.
No entiendo nada, ¿dónde estuve todo el curso?, no mames mejor hacer una pausa para terminar de comer unas papas que pasé de contrabando en la mochila.

3:00 a.m.
De vuelta al libro, Mercedes y Monique ya se fueron; me quede solo en este cubículo tapizado de alfombra gris, solo quedamos unos pocos en la Baillères

4:00 a.m.
Una revelación caída desde el círc
ulo del cielo donde habitan los Arcángeles, súbitamente todo comenzó a tener sentido. No se si fue un momento de iluminación o el exceso de cafeína en la venas pero todo se veía claro: eso no era cuadrado, ¿se le baja un grado a la ecuación?, sahuevo con razón no me salía, entonces si el dominio se indetermina con los puros negativos, ... a si, si, ya, ya quedo.

4:20 a.m.
¡Victoria! -si no estaba tan cabrón-



5:00 a.m.

ya me falta un poco, sólo termino de resolver este departamental y ya. Para esta hora solo quedan los hardcore fans de la biblioteca, los niños que jugaban a hacer avioncitos con las páginas del supuesto ya se fueron a dormir a la alfombra de un cubículo y los demás están leyendo como zombies:


6:00
Ya me voy, ya me cansé, ya salaverga todo.



y así termino mi primera noche en el siempre añorado confort del tercer piso de la biblioteca Raúl Baillères Jr. , muy probablemente la vuelva a aplicar en las semanas que siguen, aunque para la próxima traeré más café.


Efra Rios


miércoles, diciembre 05, 2007

No pasa nada, no pasa nada.

... En Argentina se los lleva la chingada.

Hoy juega el América

suerte, la vamos a necesitar.

Efra Ríos

La Marquesa

Como cada martes . . .

Esta vez me complace presentarles mi reportaje supuestíl de esta semana acerca de las Casas de ITAM, disculpen la ausencia pero he estado muy enfermo últimamente además de atareado con esto del cierre de semestre.

Pero no se desanimen, vienen buenas cosas.

Bueno muchachitos, ahí les va:


Las casas del ITAM
Por Efraín Ríos

Además de los inmuebles con los que cuenta el ITAM en Río Hondo y Santa Teresa es por pocos alumnos conocido que dentro del inventario de edificios aparecen varias casas que se encuentran cercanas al instituto; algunas de estas casas son visibles desde el obelisco, el gimnasio y el área de las palmeras.

Las razones de la adquisición de las casas son muy variadas, pero principalmente el instituto las compra por conservar una buena relación con los vecinos de la colonia y de las calles circundantes, quienes por lo regular las han ofrecido al instituto.

Cabe mencionar que en la mayoría de los casos las condiciones y precios de venta han sido determinadas por los propios vecinos, mientras el instituto solo se limita a pagar el precio propuesto por ellos.

Entre las propiedades que ha adquirido el ITAM se encuentra una casa que, en otros tiempos, perteneció a una Marquesa. De ahí el nombre que muchos de los itamitas que conocen de su existencia le han dado.

Otro caso notable fue la compra de la casa amarilla que se encuentra visible desde el gimnasio. La dueña de dicha casa no se decidía a venderla y se quejaba de muchas situaciones como el ruido, el tránsito excesivo y la luz del marcador en la cancha de básquetbol. Finalmente, y después de muchos intentos y visitas a la delegación, se negocio la compra.

Las casas, que han tenido un uso puramente habitacional en el pasado, se encuentran vacías y en algunos casos sin mobiliario. El uso que les otorga el instituto es muy limitado destinándolas casi por completo a ser bodegas, archivos muertos, y en algunos casos notables, oficinas para profesores que se encuentran trabajando para el instituto.

Estas casas tienen permiso de uso del suelo puramente habitacional, por lo que el instituto no hace uso de ellas, aunque se tienen planes futuros de uso para ellas, entre ellos esta la instalación de un comedor para el personal de servicios.

El instituto también ha tratado de comprar el hospital naval que se encuentra sobre el periférico para poderse expandir y hacer una entrada directa, pero la secretaría de marina se encuentra evaluando el proyecto desde hace algunos años. También se espera poder comprar en un futuro el asilo de ancianos que se encuentra a un lado del hospital naval, pero el uso del suelo ha retrasado la compra de este inmueble.


Efra Ríos