lunes, agosto 20, 2007

No te me pongas fresa paola . . .

Ya Paola, no te me pongas fresa . . .

Llevo una semana de vivir en la calle de Colima y aún no se como explicar todo lo que me pasa. Pero algo si sé: es bastante raro.

Hoy por fin me sentí dueño de mi realidad y por eso me dedique a escribir, quizás no se aún que es lo que siento, pero se que desperté a un sentimiento de pertenencia, pero a su vez de mucha nostalgia.

La casa.
Vivo sobre la calle de Colima en un lugar bastante agradable, pero con fama de convento por las reglas del casero, pero la verdad es que parece que ni madres:
El vecino: mi más grade temor es que fuera vieja, pero resulto ser un chavo de Toluca de nombre Juan Pablo, y la verdad me ha caído muy muy bien, el orden en el refrigerador y la despensa se dio natural, lo bueno es que estudiamos los dos economía.

El cabrón de arriba armo un desmadre ayer con una vieja y no se que tanto más, como todo universitario que se precie de serlo estábamos oyendo todo lo que decían: “ya baila me el Chico Che”, “mi matamoros querido”, pero, súbitamente se escucho la más celebre frase de la noche: “ya Paola no te me pongas fresa” -no mames- simplemente -no mames-.
Sobra decir que no dejaron dormir, pero si ceateris paribus, la próxima semana me voy a vengar de ellos.

Estoy caminando a madres, no se si eso sea bueno, pero el hecho de vivir a una cuadra implica forzosamente caminar dicha cuadra, lo cual me representa una hueva monumental.

la comida
descubrí que un jitomate puede durar una eternidad, sobre todo si te la pasas a dieta de sandwiches, pero ya hoy intenté algo mucho más complejito, quien sabe, quizás un día me reviente una lasaña (no se si se escriba así pero word así la marca) o algo así.

Aún no me intoxico con nada, lo que quiere decir que no cocino tan mal. Pero como no puedo comer del diario en mi casa, como buen mexicano, me di a la tarea de conocer los restaurantes cercanos.

Conocí los afamados “jovitacos” famosos por sus litros de agua y sus “jovicronch” a mi si me gustaron, pero, para ser tacos están dos tres caros. aunque el carnal que atiende se ve agradable.

Comí en el Red Onion, el restaurante de la casa de Fanny, se come bastante bien y están bastante cotorras las yardas de agua, aunque es un golpe a mi frágil economía, vale bastante la pena. Además sirve que como con Fanny.

Por fin baje a la calle de Puebla a comer en los famosísimos “arbolitos”, una pinchi taqueria como de una cuadra, están medio pitos los tacos pero por tres pesos que más puedes pedir.
Como ya me acabe los refrescos que traía me pase a los abarrotes “Pachita” a comprarme unos sobres de tang, pero doña pachita tiene cara de pocos amigos, por lo que la próxima vez voy a ir a los benemeritos abarrotes progreso.

La escuela
Si pudiera resumir lo que he estado haciendo los últimos 5 días en 3 estás serían: Leer, subrayar, y discutir. Aunque parece algo simple en la práctica se convierte en algo bastante entretenido.

Después del pinche susto de la entrada decidí tomar el camioncito que te lleva al Benemérito Sistema de Transporte Colectivo Metro.

Ese primer día socialice en el ITAM-Bus con una niña que estudia actuaría, después ya durante la semana empecé a conocer más a mis compañeros, aunque aún no puedo decir que ya conozco del todo a varios, pues me empiezan a caer bien.,
Me metí a la Bailleres Jr. a Leer, y me sentí intelectual (como casi siempre), pero esta vez de la manera correcta, no piteramente como cuando me pongo a discutir conmigo mismo en mis pedas.

Me gusta mi clase de economía, pero el ambiente en la universidad se pone bien extremo

Bueno, Después le sigo por que ya no tengo internet y ya me tengo que ir de casa de Fanny.

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