domingo, noviembre 18, 2007

Hey There'

Hace ya bastante que ya no escribo, pero el cambio de mi estilo de vida ha sido muy fuerte, las esquinas, las lecturas, las materias, los hojalateros, la comida, la tristeza y la felicidad todas mezcladas con el deseo de permanecer en el mismo lugar y la consigna de salir del ITAM solo muerto o economista es lo que me ha alejado del teclado de mi computadora.

A veces parece que no me da tiempo de nada, a veces el tiempo es muy largo, lo suficiente como para tirarme a la cama a escuchar el radio -me compre un primoroso radio azul- de manera simple.

Sin querer presumir de falsa modestia, la televisión solo me ha servido para que le ponga a diario El Financiero arriba, los platos sucios, los vecinos, todo se ha vuelto más llevadero más la conciencia de que la vida ya cambio para todos es lo que a veces me pone algo triste por las tardes.

La filosofía se mezcla con la economía y la nostalgia de ver grandes libros de arte, de encontrarme en la Gandhi que está sobre M.A. de Quevedo “tristeando” por que no tengo tiempo de leer todo lo que ha hecho algo para cambiar el mundo, por que sé que Hegel y Marx se llevarían una vida, y la tengo que repartir entre miles de autores.

Las ganas que me dan de reír cuando me pongo a pensar que los libros de matemáticas están realmente bien escritos, sobre todo los que son en inglés.

Las curvas de oferta y demanda, las funciones inyectivas, Platón, Sócrates, Erich Fromm, Susan Sontag, Gary Becker, Visual Basic For Aplications, El Supuesto y mil fondas llenan mis días pero a veces sinceramente no quiero hacer nada, y a veces empiezo a comprender el mundo y sus mil movimientos.

Cumplí 19, estoy donde creí que estaría a esta edad, soy quizás lo que imagine que sería, claro, con algunos defectos de más, pero finalmente estoy contento -pero aún no conforme- conmigo mismo.

Tengo nuevos amigos, y extraño mucho a los de siempre.

No prometo nada, pero llegare a escribir un poco más, ahora intento escribir para el periódico escolar aunque no aprobé el examen de redacción, espero no cagarla, me gusta el periódico y por fin aparezco en los colaboradores.

Finalmente me encanta lo que hago, y cuando algo me trata de vencer me compro una Whoper y una coronita de papel en el Burger king que esta sobre periférico y el puente de la Magdalena Contreras.

Como comercial de la universidad icel, “quiero ser alguien en la vida”.

A manera de caramelo les dejo el primer artículo que publique en “El Supuesto” (que por cierto, es propiedad de “El Supuesto”, así que no vale piratearselo, no sean hoyos).

¿Colmillos ó Dragones ?
Por Efraín Ríos

Soy de aquéllos que llevan poco tiempo aquí, por lo que aún me quedan muchas dudas dignas de reflexión cuyas respuestas, para algunos viejos itamitas son más que obvias. Preguntas como ¿qué hay en el piso T? o ¿por qué le llaman Plaza Roja a la Plaza Roja?

Al observar el comportamiento errático de muchos de mis compañeros también me pregunto cosas más profundas, como, ¿cuál es la identidad del ITAM? Muchos me podrán responder que es el excelente nivel académico, o la calidad de su facultad pero, ¿cómo la representamos?

Mi reflexión nació cuando un profesor nos pregunto algo que parecería evidente para cualquier alumno: ¿cual es la mascota del ITAM?, a lo que siguió a coro la respuesta obligada: Colmillo.

Nuestro profesor de Intro a las Mates (ya mencioné que soy nuevo) no se refería a eso. A lo que en verdad se refería era cuál era el animal del ITAM, (ya saben Pumas-UNAM, Aztecas-UDLA, Burros Blancos-IPN) pero eso si no lo sabíamos del todo. Algunos sugirieron que éramos los Ceateris Paribus del ITAM, otros pensaron en los Superactuarios, pero en realidad, nadie sabía que el animal del ITAM es el dragón.

Podría pensarse que, por ser todos de nuevo ingreso, no lo sabríamos. Pero no se necesita haber tocado un salón de clases para conocer esa parte de la identidad de muchas universidades. Todos sabemos del prestigio con el que cuenta nuestra amada institución, pero nos hace falta ese pequeño elemento de identidad.

Aunque después de oír tanto a colmillo por respuesta, no estaría mal volvernos “los Colmillos” del ITAM, si se imagina uno a un fiero perro Alaska en el escudo.

Es claro que el sentimiento de pertenecer al ITAM existe entre la comunidad. Sin embargo, no tenemos muchos elementos para demostrarlo. Un amigo me contó que el dibujo del dragón era algo más parecido a un cocodrilo panzón, pero eso no lo puedo afirmar con seguridad, porque nunca lo he visto.

Las escuelas que desde su fundación imitaron el modelo de “College” gringo trataron de poner muy en alto los colores, nombre, y mascotas; cosa que no ocurrió en el caso del ITAM, ya que la prioridad de éste era poner muy en alto la calidad de su educación. Si bien esto no esta peleado con la identidad, este elemento jugó un papel secundario.

Provengo de una escuela donde la identidad universitaria es más que un sentimiento, es una campaña agresiva de marketing, al extremo de llevar la identidad de la universidad por arriba de la del estudiante (ser TEC, UDLA, ANGLO antes que ser TÚ). Esto para mi es un exceso, pero reconozco que entre nosotros existía cierto espíritu compartido cuando entre el sonar de los cascos de cerveza en una mesa de cantina se oían los gritos de “Arriba Borregos” y nos contestaban “Aztecas Campeón”.

Aunque no necesariamente debemos de llenar la escuela de dragones, nombrar todo como ITA (inserte su área preferida aquí) o pegar en nuestras defensas una calcomanía con nuestro verde logotipo, debemos tener más presente nuestra identidad, sus símbolos y hacer partícipe a todos los alumnos de ellos; tratar de que como reza el lema de la UNAM, por nuestra raza, hable el espíritu.

Efra Ríos

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡yo tambien
extraño a
los de siempre!
:(

Marina dijo...

no, eso d la identidad quéEfra A ver cuando pasas a saludar nooo